jueves, 4 de agosto de 2011

Dudas sobre La Fe en el Portillo de La Mina

Mucha gente desconoce que en Moralzarzal hubo un establecimiento de aguas minero-medicinales y un balneario durante la época dorada de la medicina hidrotermal (últimas décadas del siglo XIX y primeras del siglo XX), años en los que huir del mundanal ruido de la ciudad, tomar aguas con propiedades medicinales y pasar el verano en un balneario era, además de muy "chic", remedio para muchos males. Algo habíamos empezado a contar en este mismo blog en el post del 4 de junio titulado "La Fuente de la Salud".

Con motivo de la investigación que Antonio Zárate y un servidor tenemos abierta sobre este manantial y balneario de aguas minero-medicinales de "La Fe", localizada en el Portillo de La Mina, hemos encontrado textos que, además de hacer más compleja la historia, introducen ciertas dudas sobre la bondad de estas aguas.

Vista del estado actual del establecimiento de  aguas minero-medicinales de La Fe, en el Portillo de La Mina. A la derecha se observan las ruinas del edificio de la embotelladora, construida con anterioridad a 1911. A la izquierda, las ruinas de un edificio mayor construido posteriormente a 1911 y que pudieron servir para dar cobijo a los visitantes al Balneario. Delante de este edificio se encontraba la trinchera con el pozo con el manantial de "La Fe".  Foto: Miguel Ángel Soto

Las dudas proceden de una investigación fechada en el año 1997 (no citaremos todavía el estudio), donde se afirma lo siguiente: “Las aguas de este manantial son de origen superficial, por lo que su caudal es irregular, llegando a desaparecer en las épocas de estío. Por esta razón, desde el momento en que comenzó su explotación, fue muy controvertido el carácter medicinal de sus aguas”.

¿Dudas sobre "La Fe"? Sorprende este comentario ya que desde un principio estas aguas fueron apreciadas por su contenido en hierro y arsénico y, posteriormente, por su carácter radiactivo, figurando en la Guía Oficial de 1908 como agua arsenical, ferruginosa, fuertemente nitrogenada y radiactiva. Estas aguas se recomendaron para combatir catarros, dermatosis escrofulosas y herpéticas, la tuberculosis, la anemia y la clorosis y como reconstituyente. ¡¡ Y se dispensaban en varias farmacias de Madrid para combatir la tuberculosis ¡¡
Mapa-croquis de la embotelladora de aguas minero-medicinales de la Fe, en el Portillo de La Mina (Moralzarzal) según la Estadística Minera de 1911.


Pero, antes de seguir debatiendo sobre las analíticas, hagamos un breve recorrido por este establecimiento/balneario de aguas minero-medicinales. Algunas de estas informaciones han sido ya publicadas por Antonio "Zárate" en su página http://www.conocermoralzarzal.com/fuentes.htm, por lo que aconsejamos una visita a dicha página para ver los anuncios y noticias que la prensa del momento recogía sobre este "famoso" balneario madrileño.

No están claros todavía los comienzos. Según unas fuentes, en torno a 1875 comienzan los trabajos de investigación por parte del primer propietario, Ramón Manrique de Lara. Según otras, en 1881 el Ingeniero Hidráulico Alfonso Richard descubre el manantial y solicita la autorización legal para explotar sus aguas. Ese mismo año se realiza el primer análisis químico a cargo de D. Laureano Calderón. En 1883 se informa del análisis de las aguas de La Fe por parte de dos farmacéuticos de Madrid, D. Ricardo de Sádaba y D. Victor Sánchez Delgado. En 1888, D. Benito Torá y Ferrer analiza las aguas de “La Fe”. Nuevamente, en 1890, D. Enrique Falces y Odiaga analiza las aguas de “La Fe Perseverante”. En 1891 llega por fin la Declaración de Utilidad Pública. El propietario es Ramón Manrique de Lara. En 1893/1894, sale a concurso la plaza de Médico Director de baños y aguas minero-medicinales de Moralzarzal, que será cubierta en 1896 por D. Eduardo Moreno Zancudo, que procede de los baños y aguas de Nanclares de Oca. En 1907 las aguas de la Fuente de La Fe reciben el premio otorgado por la Exposición de Industrias Madrileñas como expositores de productos. En 1909, las aguas de La Fe se dispensan en dos dispensarios antituberculosos de Madrid.
Restos de botellas de vidrio en los alrededores del manantial de aguas minero-medicinales de La Fe. El agua era embotellada y vendida en varias farmacias de Madrid
Foto: Miguel Ángel Soto

En 1911, la Estadística Minera de España informa por primera vez del manantial de agua medicinal arsenical ferruginosa titulada La Fe, en el Portillo de la Mina. Se cita que diferentes químicos, cómo Sádaba, Sánchez Delgado, Torá, Puerta y otros, han evidenciado en sus trabajos analíticos la presencia del arseniato de hierro en las aguas. Sádaba y Sánchez Delgado afirmaron queatendiendo a su mineralización podía citarse entre los más notables de Europa y ocupar, con justicia, la atención del mundo científico”.

Croquis de perfil del establecimiento de aguas minero-medicinales de La Fe, en el Portillo de La Mina (Moralzarzal) donde se puede observar el desmonte, el pozo y la tubería que llevaba al agua al edificio donde se embotellaba el agua. Fuente: Estadística Minera de España, 1911.

En 1913 la Guía descriptiva de la Compañía de los Caminos de Hierro de España cita la existencia del Balneario de Moralzarzal y, en 1920, las Aguas de la Fuente de La Fe aparecen en la relación de Establecimientos Balnearios y de aguas minero-medicinales oficialmente reconocidos de España.

En 1925 la Estadística Minera de España cita que el establecimiento de aguas minero medicinales de La Fe ha estado en explotación y aparece ese mismo año en el Anuario-Guía de Playas y Balnearios de España de este año.

Resulta, en primer lugar, que según el investigador que pone en duda la bondad de estas aguas, había dos “manantiales”. Aunque en rigor no eran tal, ya que tenían un carácter superficial, y un caudal y temperatura variables. Un manantial, La Fe, brotaba a 1026 metros, en el mismo Portillo de La Mina. Otro, La Fe Perseverante, lo hacía a 976 metros, suponemos que hacia el Este, donde actualmente está el campo de maniobras militar. El manantial y la explotación de las aguas minero-medicinales que menciona la Estadística Minera (cuyo croquis reproducimos en este post) se refiere al primero.

Volviendo a las analíticas, nuestro investigador en cuestión se queda sorprendido de la coincidencia casi exacta de la cifras de  los datos analíticos de ambos análisis (La Fe y La Fe Perseverante), a pesar de estar realizados en distintos momentos y por diferentes personas.

Pero es que dicho experto realiza nuevos análisis de estas aguas, concretamente de La Fe,  y los compara con los análisis realizados en 1888, y comprueba que es un agua de baja mineralización, con niveles elevados de radón, alto contenido en hierro, si bien los de arsénico son insignificantes. Concluye, que no deja de ser un agua de montaña ferruginosa y con ligera radiactividad con posibles indicaciones terapéuticas. Vamos...que no es para echar cohetes...

Pero hay algo en este rompecabezas que no encaja. Dos posibles comienzos, dos manantiales, ¿dos empresarios?, una sola explotación que sobrevive al siglo XIX, y una concesión minera de 12 hectáreas que incluye una pequeña gruta, donde parece nacer el agua....

Foto: Gruta encontrada dentro de la concesión minera del establecimiento de aguas minero-medicinales de La Fe, en el Portillo de La Mina. En época de lluvias, el agua rezuma por las paredes de dicha gruta. Autor: Miguel Ángel Soto.

Antonio "Zárate" en la entrada de la gruta. Foto: Miguel Ángel Soto

Todo indica que el éxito o el fracaso de esta empresa, un balneario de aguas minero-medicinales, dependía de poder garantizar una riqueza acuífera subterránea,...cuando el humilde Portillo de La Mina solo podía ofrecer un caudal temporal y sin grandes alardes. El carácter subterráneo de las aguas tiene que ver también con su mineralización y propiedades, por eso se construyó el pozo-balneario del Portillo de La Mina, donde parece que la gente subía a "tomar las aguas" en mulas desde la Estación de Villalba.

¿Debemos dudar de las aguas de La Fe? ¿Había mucho ruido y pocas nueves en el Portillo de La Mina? Es pronto para afirmarlo, pero es obvio que todavía nos queda mucho por averiguar sobre esta aventura empresarial.


Fuentes utilizadas para la realización de este post: