sábado, 2 de junio de 2012

Cebolleros

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española la palabra “cebollero” se utiliza como adjetivo, para aquello “perteneciente o relativo a la cebolla”, o como nombre, “persona que vende cebollas”.


Cebolleros es una localidad cercana a Villarcayo perteneciente al ayuntamiento de Merindad de Cuesta Urría, en la comarca de las Merindades, al norte de la provincia de Burgos.

 
Situación de la localidad de Cebolleros, en la provincia de Burgos.

Cebolleros es también el gentilicio de los habitantes de Moralzarzal (Madrid). Pero también se llaman así los habitantes de Martín Muñoz de las Posadas, un municipio de la provincia de Segovia. Los de Huarte, una villa tradicional de la cuenca de Pamplona, cerca de Sangüesa, son llamados huartearras, aunque también se apodan cebolleros. Más cercanos a nosotros, los habitantes de Guadalix de la Sierra, localidad madrileña donde se rodó la película “Bienvenido Mr. Marshal”, tienen también el gentilicio de cebolleros. Y también los de Aracena (Huelva) y los habitantes de Villamayor de los Montes, en el centro de la provincia de Burgos. En esta última localidad, además, existe la “fiesta del cebollero ausente”, que reúne en agosto a comer y a celebrar el reencuentro a los que viven lejos del pueblo y vuelven en agosto a pasar las vacaciones.

El cebollismo también se presenta en la toponimia: hay una Sierra de la Cebollera, en Soria; un Cabo Cebollero, en la costa de Cantabria; y una Peña Cebollera Vieja, entre las provincias de Madrid y Segovia, cerca del Puerto de Somosierra.

Siguiendo con la toponímia, la localidad Navarra de Castejón, en la ribera del Ebro, era denominada “Ceboller” durante el medievo. Esto es debido a la existencia de un topónimo donde se ubicaba una de las pedanías que conformaron con el tiempo el poblamiento de Castejón. El topónimo aparece en los textos históricos como Abin Cepoller, Ceboller, Cebollero o Cebollet. En el primer caso, el nombre aparece citado en 1089, y el prefijo genitivo “abin” alude a una propiedad musulmana, que indica pertenencia, en este caso “a un tal Cebollero”. En 1391 ya aparece como “murat”o murada en el monedaje de ese año. En este topónimo se originó el apellido Cebollero, documentado en Castejón hasta el siglo XIV. De hecho, el apellido cebollero está muy extendido en todo el Alto Aragón.

Exceptuando este último caso, la existencia de un topónimo histórico, parece obvio que el gentilicio cebollero/a refleja una realidad pasada vinculada a la vocación agrícola del territorio y una actividad hortelana y de intercambio en los mercados locales en tiempos no tan remotos.

Es cierto que “cebollero” podría haber sido una forma despreciativa de referirse a la gente del campo, a las personas vinculadas todavía a la tierra, una arcaica forma de llamarnos “paletos”. Pero como dice el alcalde de Huarte “no es un calificativo que nos siente mal, ni mucho menos, simplemente, refleja una realidad que estuvo vigente hasta hace unas pocas décadas”. ¿Cebollero? !! A mucha honra ¡¡.

Todo indica que el origen de nuestro gentilicio es común al de otros pueblos de España. Jesús Martín Ramos, en su libro Historia de Moralzarzal, comenta esta posibilidad como una de las dos posibles. Señala además que el calificativo “cebolleros” nos lo dieron los de Collado Villalba, cuando los de Moralzarzal íbamos a vender productos hortícolas a los pueblos vecinos. Como Jesús Martín se basa en fuentes orales poco podemos comentar sobre este hecho.

Pero llama más la atención la otra versión del origen del gentilicio. Jesús Martín recoge, suponemos también que de la tradición oral, la anécdota de un hombre que llevaba cebollas en una mochila y que se escondió en el altar de la Iglesia Parroquial de San Miguel de Moralzarzal, ya que le perseguían “los carlistas”. Al conocerse la noticia en pueblos vecinos se nos empezó a denominar “cebolleros”.

El hecho de llevar cebollas en un morral no parece algo llamativo. Quizás la persona perseguida era un ladrón de cebollas....

Centrémonos en los perseguidores. La leyenda tendría algún viso de verosimilitud si la supuesta persecución de unos carlistas a nuestro cebollero estuviera relacionada con las revueltas realistas de 1823 o con la Primera Guerra Carlista (1833-1840), ya que las posteriores guerras carlistas tuvieron escenarios alejados de Moralzarzal. De hecho, Jesús Martin recoge en su libro algunos de estos enfrentamientos vividos en nuestra localidad, concretamente en torno a 1823. relacionadas con las tensiones y luchas entre liberales y absolutistas en el primer tercio del siglo XIX.

Pero este vínculo entre el Carlismo y el “cebollismo” podría tener más ramificaciones. Ya sabemos que algunos renombrados activistas del Carlismo del último tercio del siglo XIX fueron propietarios del manantial de La Fe del Portillo de La Mina (ver la entrada Ideales y Negocios. Carlistas en Moralzarzal) , y que varios descendientes de los implicados en las Guerras Carlistas vinieron a vivir a Moralzarzal, dejando descendencia en nuestra localidad. ¿Podría estar el origen de esta tradición en la presencia de personajes del Carlismo en nuestra localidad?

Uno de los propietarios del manantial de La Fe, el Barón de Sangarrén, fue un prócer carlista que participó en el sitio de Bilbao durante la Tercera Guerra Carlista (1872-1876). Este personaje era natural de Aragón, aunque su matrimonio con un linaje importante de Guipuzkoa le vincularía con el País Vasco. De hecho, y tras conseguir un acta de diputado en las elecciones al Congreso en 1886 por Azpeitia, en 1886, lo intentaría en 1891 por la circunscripción de Daroca (Huesca).

Al referirnos a la presencia del gentilicio "cebollero" en España, hemos comentado que el apellido cebollero está muy extendido en todo el Alto Aragón. Durante las guerras carlitas de la primera mitad del siglo XIX, las partidas absolutistas que se movían por el alto Aragón, en la zona del Cinca, eran capitaneadas por Cebollero, un clérigo montisonense (de la localidad de Monzón, en Huesca). Además de que el apellido cebollero sea propio de la provincia de Huesca, resulta que algunos carlistas “de armas tomar” tenían este apodo.

El hecho de que para algunos absolutistas del siglo XIX el calificativo cebollero pudiera ser una exaltación del arrojo y la defensa de sus ideales, sumado al hecho de que nuestro pueblo fuera un refugio para algunos Carlistas y/o aragoneses a final de ese siglo, pudiera tener que ver con la leyenda sobre el origen de nuestro gentilicio. O pudiera ser que no tuviera nada que ver.

Una última aportación para complicar aún más las cosas. Cebollero también se le llama al gamón (Asphodelus fistulosus), una planta muy común que en Moralzarzal ha dado lugar a topónimos como “El Gamonal”. Además de gamón y sus variantes, esta planta se la denomina popularmente como cebollada, cebolla de culebra, cebolla de globularia, cebollana, cebollana borde, cebollera morisca, cebolleta, cebolletilla marranera, cebollín del monte, cebollino, etc.

Flor del gamón, o cebollero.

Concluyendo, si a usted le llaman cebollero (o cebollera) por la calle, no se ofenda. Seguramente el que le ha interpelado tampoco tenga claro que ha querido decir exactamente.

Fuentes consultadas:

- Jesús Martín, 2007. Historia de Moralzarzal.
http://www.aragob.es/edycul/patrimo/etno/castejon/historia.htm
- Revista Concejo nº 290, Febrero de 2011.