domingo, 19 de mayo de 2013

Lino, linares, linarejos

El lino es una de las fibras textiles más antiguas, y se extrae del tallo de la planta del mismo nombre (Linum usitatissimum). Se han encontrado restos de tela de lino en asentamientos prehistóricos lacustres en Suiza y recubriendo las momias egipcias de más de 4500 años de antigüedad.
Cosecha de lino en el Antiguo Egipto
Aunque hemos encontrado citas al cultivo del lino en la vecina localidad de Guadarrama datadas en 1580, fue durante el siglo XVIII cuando la industria del lino creció de manera importante en España y toda Europa, entrando en crisis cuando el algodón desplazó al lino como la fibra más importante y de mayor uso y cuando, además, se inventó la hilatura mecánica y llegó la revolución industrial al sector textil. Aunque en zonas como Galicia, por ejemplo, la industria del lino sobrevivió hasta mediados del siglo XX.

Con la fibra de lino se elaboraron hilos de distintas calidades y grosores y con ellos se podían hacer multitud de tejidos: telas (mediante telares), encajes, calceta, ganchillo, bordados, etc. Era la fibra textil más versátil. Además de como prenda de vestir y en hogar, el lino tiene aplicaciones técnicas en forma de lienzos de pintor. La linaza, el aceite de lino, es también conocido por sus usos y propiedades; entre ellas, la de proporcionar tinta negra para la seda, aceite para pintura, pasta para vidrieras, etc.
Linar, cultivo del lino
El cultivo del lino fue muy relevante en Moralzarzal y otros pueblos vecinos, tanto que la toponimia se ha quedado impregnada de este pasado textil. Los buenos conocedores de la geografía cebollera reconocerán varias fincas con el nombre de Los Linares, Los Linarejos, Linar del Río, etc. Por Collado-Mediano discurre el Arroyo de los Linos del Soto; y el Arroyo de los Linos, que nace en Guadarrama y atraviesa Alpedrete, se une al Arroyo de La Poveda en Collado-Villalba antes de sumarse a las aguas al río Guadarrama.

La toponimia habla del cultivo del lino en Moralzarzal, Los Molinos o Becerril, pero la venta de numerosas fincas con el nombre de “linar” durante la desamortización delata el cultivo generalizado, en rotación con cebada y trigo, en prácticamente todos los pueblos de la comarca. Dado que el cultivo del lino necesitaba de cierta humedad, los suelos del piedemonte de la Sierra de Guadarrama, con abundantes aguas primaverales, resultaron propicios para su expansión. En el caso Cerceda-El Boalo-Mataelpino se cultivó lino hasta mediados del siglo XIX.

Además del cultivo del lino, nuestros pueblos contaban con telares para la confección de tejidos. Durante el siglo XVIII, cada una de las poblaciones de Moralzarzal, Collado-Villalba o Los Molinos contaban con un “tejedor de lienzos” de lino, habiendo tres sastres en Moral, uno en Collado-Villalba y ninguno en Los Molinos. En la vecina Becerril, en el año 1751 había “tres oficiales tejedores de lienzo” que en 1787 pasaron a ser siete. En otras localidades de la Sierra de Guadarrama, como Alameda del Valle (Valle del Lozoya), la producción de paños de lino constituyó la industria más importante durante el siglo XVIII, contando con cinco tejedores. También se cita esta industria en Navalagamella, Braojos, etc.

En Moralzarzal, y dado el gran número de fincas con los topónimos linar, linares y linarejos, es de suponer que este cultivo tuvo una relevancia económica importante durante el siglo XVIII, y que nuestra localidad vivió una especialización del espacio productivo en la producción de fibra de lino para la fabricación de paños. 

Mapa de detalle con algunos de los topónimos vinculados al cultivo del lino en Moralzarzal: "Los Linares" (al norte de la Urbanización La Herradura) y "Los Linarejos" (al suroeste del núcleo urbano de Moralzarzal)
Durante los procesos desamortizadores del siglo XIX, en especial la desamortización de Godoy que puso fin en 1802 a la propiedad de las Obras Pías y Capellanías, se subastaron en Moralzarzal un buen puñado de fincas donde se cultivaba el lino: Los Linares, Linar de los Caballos, Linar del Rincón, Linar de la Reguera, Linar Grande, Linares de la Mata de Pino, Linar de La Nava, Linar de Catalina, Linar de la Casa, Linar del Regajo, Linar del Casar, etc.

Calle Linar del Río y Urbanización Linar de la Maliciosa, situados inmediatamente al sur del río Navacerrada.
Autor: Miguel Ángel Soto
En 1822, los ingresos anuales de la Parroquia de Moralzarzal procedente de sus propiedades en el año era de 569 reales, y procedían en parte del arriendo de siete linares.
Linar del Abuelo, finca situada en la zona de "Los Linares", al sur del Río Navacerrada, en la carretera  de Moralzarzal al cruce de El Retamar. Autor: Miguel Ángel Soto
En resumen, hemos identificado cuatro zonas llanas e inundables donde hubo cultivo de lino: inmediatamente al sur del río Samburiel o Navacerrada, donde hoy se ubica la urbanización el Linar de la Maliciosa; la zona de Los Linares, al norte de las urbanizaciones Herradura y Herradurita; en los prados y cercas donde hoy se ubican el Colegio San Miguel Arcángel y el Instituto; y a continuación de estos, la finca de Los Linarejos.

El cultivo del lino dejó su impronta en la toponimia, pero también los procesos derivados de su utilización. Unos de los elementos imprescindibles para la obtención de la fibra de lino son “las pozas”, depresiones elaboradas por el hombre, en las cercanías de la cacera, que se llenaban de agua hacia el mes de octubre. Las pozas generalmente se situaban en un lugar propiedad del ayuntamiento o concejo, las llamadas “cercas de las pozas”, que eran espacios cerrados al ganado dada la toxicidad de estas aguas para las bestias. En ellas, una vez llenas, se sumergían los haces de lino sin la “grana” (la semilla) para que la planta se macerara o “cociera”, durante unas tres o cuatro semanas. Este proceso se llamaba “empozado” y el resultado era que se separaban las fibras de la materia cortical, facilitando su posterior tratamiento. Casi con seguridad, estas pozas son las que dieron lugar en Moralzarzal a los topónimos “Prado de las Pozas” o “Cerro de las Pozas”.
Pozas de lino en Losana de Pirón (Segovia).
Fuente: http://blog.tenadadelmonte.es/category/lugares-de-interes/page/2/
Después de su “enriado”, inmersión en agua, y “trillado”, peinado de los haces de fibra, el tejido del lino seguía otro proceso, el abatanado, o bataneado de los lienzos. Se golpeaban para ablandarlos mediante un ingenio de madera, el batán, provisto de una rueda impulsada por medio de una corriente hidráulica que ponía en movimiento unos grandes mazos, también de madera, que batían con fuerza el tejido expuesto sobre un pilón. En la zona no hay evidencias de la presencia de batanes, aunque sí numerosos molinos a lo largo del río Guadarrama (“Los Molinos”), Navacerrada o en Manzanares el Real.

Entre las fincas de Propios (montes propiedad del Ayuntamiento de Moralzarzal) que se salvan de la desamortización de Madoz destaca la finca de Los Linares, de 44 Ha, inmediatamente al Sur del río Guadarrama, donde hoy existen varios topónimos y calles: Linar del Río, Los Linares, Linar del Abuelo. A finales de los años sesenta, el Ayuntamiento de Moralzarzal parceló y vendió esta finca, Los Linares, para su urbanización.

Hablemos ahora de otra gran finca, Los Linarejos,  a la que  la revista Pan y Toros describe en 1897 de esta manera: “la posesión denominada «Los Linarejos» está situada próximamente a tres kilómetros de Villalba, que más que pueblo importante es una aldeita que recuerda a las de las provincias. Próximos ya a Moralzarzal se ven las cercas de «Los Linarejos», y en la cumbre de un cerro descúbranse las corraletas y la pequeña plaza para tentar, y aun más arriba la casa con su amplio comedor y su espaciosa cocina”.

Los Linarejos fue una finca propiedad de las Obras Pías que pasó a manos de Julián de Fuentes a principios del siglo XIX. Julián de Fuentes fue regidor de Madrid que estuvo al frente del Distrito de Palacio de Madrid encargándose de los abastecimientos de la Corte. Vivió en Madrid hasta el año 1785, fecha a partir de la cual es contratado por la “Compañía de Filipinas” y destinado a China, donde residirá entre 1785 y 1803.  En 1803, durante la desamortización de Godoy, el poder e influencia de Julián de Fuentes en la Corte madrileña le permitió adquirir un buen número de bienes de obras pías: “una gran porción de cercas, prados de pasto, monte y labrantío, casa y pajares” en Moralzarzal, Navacerrada y Collado Villalba, con buen numero de cabezas de ganado - 90 vacas, 28 toros y 32 terneros, mas cabras y ovejas".

Julián de Fuentes seguirá viviendo en Madrid, donde se casó en 1807, y seguirá siendo Regidor perpetuo de la Capital. Pero como en el resto de procesos desamortizadores, la enajenación y subasta por parte del Gobierno de los bienes de las congregaciones religiosas, pondrá la gran finca de Los Linarejos en manos de terratenientes.
Entrada de la finca Los Linarejos. Autor: Miguel Ángel Soto
El lino, los linares y Los Linarejos son ya historia. Durante todo el siglo XIX, el uso del territorio y la pequeña actividad artesanal en torno a los tejidos de lino desapareció, en parte para dar paso a otros aprovechamientos más rentables, pero fundamentalmente por la irrupción de la industria textil basada en el algodón y la importación de tejidos manufacturados que resultaban mucho más competitivos.


Fuentes:

- Diario de Madrid, 22/07/1801, 27/08/1801 y 6/06/1802.
- HERNÁNDEZ, Mauro (1995). A la sombra de la Corona. Poder local y oligarquía urbana (Madrid, 1606-1808). Siglo Veintiuno de España Editores, S.A.
- MARTÍN, Jesús (2007). Historia de Moralzarzal. Ayuntamiento de Moralzarzal.
- MARTÍN, Jesús, (2005). La tauromaquia en Moralzarzal. Ayuntamiento de Moralzarzal.
- Pan y Toros, 1896 y 1897.
- Historia y tradiciones de Alameda del Valle. http://www.javier.org.es/alameda/historia.htm
- Lino de Galicia. http://www.linodegalicia.es/


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