miércoles, 14 de agosto de 2013

La ilusión se llamó Manuela Rejas, nació en Moralzarzal y era violeta

Manuela Rejas García nació en Moralzarzal y fue la primera mujer con carné de ilusionista de España.


Manuela Rejas
Foto: http://mujeresimprescindibles.blogspot.com.es/2011/02/manuela-rejas-por-mercedes-gonzalez.html
Yo nací maga. Mi padre quería un hijo, le falló el truco y le nació una hija… De muy pequeña, con 5 años, ya hacía trucos y tonterías con los otros niños. Soy ilusionista de nacimiento”.

Sus padres, Bonifacio Rejas y Águeda García Muñoz, se casaron en Moralzarzal el 29 de marzo de 1924. Bonifacio era natural de Colmenar Viejo. Los padres de Águeda, nacida en Moralzarzal, eran de Becerril y Guadarrama.

Manuela vino al mundo en Moralzarzal ese mismo año, el 14 de diciembre de 1924. Fue la mayor de 4 hermanos. Pero Pablo, el segundo hijo de Bonifacio y Águeda, moriría a los 5 meses; María Sagrario, la tercera, fallecería a los 3 meses. Habría un cuarto nacimiento,  María de la Fuencisla, que nació el 10 de diciembre de 1929.

La ilusión vivió horas bajas en la infancia de Manuela. Durante la Guerra Civil, y con el avance de las tropas franquistas, su familia tuvo que seguir el rumbo errático de muchos evacuados: Madrid, Valencia, Teruel... “Cuando acabó la guerra, lo que quedamos en esas zonas eramos los malos, y así nos trataban, y marcaban nuestros carnets con la R de “rojos”. No había de dónde comer. Los que habéis nacido después no os podéis imaginar siquiera lo que fue aquello. No queráis unos tiempos como los que vivimos nosotros.

Con esperanza y espíritu de lucha, Manuela alcanzaría su sueño de ser ilusionista, de hacerse a sí misma hasta convertirse en una persona que va repartiendo ilusión allí donde aparece. Según cuenta Manuela en una entrevista, la ilusión la recogió de la maleta de un mago ajusticiado por las tropas franquistas y del baúl americano de Iris -su eterna amiga y mentora- la que la ayudó a convertirse en “La Maga Violeta”.

Al poco de terminar la guerra, en 1940, con su carné de ilusionista (la primera mujer en España con este “título”) empieza a pisar los escenarios, no sin problemas. “Mi primera actuación fue con 16 años, en teatros pequeños, en cafés, vendiendo rifas, lo que fuera por estar en aquel mundillo. Así, hasta que pude meter la cabeza en el circo, para lo que me tuve que sacar el carnet de trabajadora del espectáculo. Primero me decían que, como era mujer, tenía que hacer de ayudante. Y no, quería ser yo la que hiciera los números.

No sólo tuvo que lidiar con la incomprensión de su familia, sino también con una sociedad de posguerra, un mundo que, antes de ella, nunca había visto a una mujer ejerciendo el ilusionismo. “Yo siempre he sido libre, lo que se me metía en la cabeza no paraba hasta que lo conseguía”.

El circo fue su vida. Bajo la carpa, Manuela Rejas –que se presentaba como La Maga Violeta- ha hecho magia de todo tipo, mentalismo y telepatía, también ha sido presentadora y payasa (“Payaso lo soy aún”, afirmaba en una entrevista). “Estuve en muchos, en el Corzana que, como tantos circos, era como una familia. Allí era feliz. También en el Imperial, el Pompeya, el Chino, que era maravilloso, el Price, donde coincidí con Pompof y Teddy. Era muy bonito, no eres gran protagonista de nada pero te encuentras muy cómoda. ¿Que qué hacía en el circo? De todo: colocaba las sillas, como tenía buena voz fui locutora, tuve un número de payasos...”.

En 1948 pasó por el circo un sargento de la Marina y se enamoró de mi”. Y dejó el Ejército, se quedaron los dos en el circo y tuvieron cinco hijos. “Hasta 1968, que me retiré de forma profesional, aunque no dejé de ser maga o ilusionista nunca”.

Viajó por toda España y por otras partes del mundo, con su marido y con una familia que fue creciendo. Hasta que llegaron los accidentes y el cáncer, y tuvo que abandonar el circo y aprender a sobrevivir con mil y una profesiones con las que fue saliendo adelante poco a poco.
Manuela Rejas leyendo un relato ganador en un concurso en el que fue premiada en los últimos años de su vida
Foto: http://mujeresimprescindibles.blogspot.com.es/2011/02/manuela-rejas-por-mercedes-gonzalez.html


En 1980 llegó, por casualidad, a Veguellina de Órbigo (León). Allí se enamoró de su río y decidió quedarse. En Veguellina, Manuela estuvo actuando para los amigos, para los ancianos de los asilos de su comarca, casi hasta su muerte, pese a que había pasado unos años con la salud muy quebrada después de superar un cáncer y 13 operaciones. Pero Manuela lo tenía muy claro: “Yo tenía lo mío pero no quería amargar la vida a nadie contándole mis penas, no soy así,las gentes del circo hemos nacido para hacer felices a los demás y ésa sigue siendo mi ilusión”, nos confesaba cuando ya había superado los 80 años y se preparaba para acudir a otra residencia de ancianos. “Yo sigo preparando mis actuaciones con el mismo cariño de siempre, con el mismo cariño que ellos me regalan los aplausos y los comentarios”.

Manuela Rejas, en junio de 2008
Foto: http://uncajonrevuelto.com/?p=532
En estos años Manuela escribe y publica libros como “Mil historias”, “Cuentos reunidos” o “15 historias en carne viva” en la que evoca sus vivencias de la posguerra. Su última actuación, a la edad de 83 años, tuvo lugar el 12 de octubre de 2007. En 2008 recibió el Premio de Honor “Dama Mágica 2008″ en la tercera edición del Festival Internacional de Dames Màgiques.

El documental “Violeta y el Baúl Americano”, de las directoras Luna Baldallo y Rocío González, narra las peripecias, los trucos y las trampas de Manuela Rejas para vivir en un inhóspito mundo hecho por hombres para hombres. El pre-estreno, en Veguellina de Órbigo el 20 de septiembre de 2008, contó con la presencia de Manuela, que pudo dar unas palabras de agradecimiento. En la primera aparición de Manuela en la película declara “Yo nací en Moralzarzal, un pequeño pueblo de la sierra madrileña.

Cartel del documental "Violeta y el Baúl Americano", sobre la vida de Manuela Rejas
Manuela Rejas falleció el 6 de marzo de 2010 en Veguellina de Órbigo. Dos días después, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, sus cenizas fueron arrojadas al río Órbigo.

Los que han conocido a La Maga Violeta dicen que era una mujer excepcional, hablan de su fuerza, de su energía, de su carácter, de su carácter pionero,... 

El 14 de marzo de 2014, en SORCAS, la Maga Violeta fue homenajeada por los vecinos de su pueblo. Es lo menos que podíamos hacer.



Agradecimientos: a Eduardo Álvarez, por descubrir a Manuela y regalarme la historia; a Antonio Zárate, por rebuscar datos, nombres y fechas sobre la genealogía de Manuela; a Paco Tovar, productor del documental Violeta y el Baúl Americano, por hablarme de Manuela y apoyar próximas iniciativas en Moralzarzal. Y disculpas a todos los firmantes de los blogs y entrevistas a quienes, literalmente, he fusilado textos, declaraciones y comentarios sobre la vida de Manuela Rejas.

Fuentes utilizadas para la elaboración de este post:

- Manuela Rejas. Mujeres Imprescindibles. Entrada de Mercedes González Rojo en el Blog de Lyceum Club María Zambrano.
- La Crónica de León, 07/01/2011. El día de la ilusión sin la ilusionista
- Manuela Rejas, la Maga Violeta. Blog “Un cajón revuelto”, de Gloria Arbonés.
- Violeta, La Maga. Un artículo de María Gómez en el Blog “La Trinchera”, de Manuel Rubiales.
- Promo “Violeta y el Baúl Americano”.
- Pre-estreno de “Violeta y el Baúl Americano”