lunes, 7 de octubre de 2013

Las piedras hablan en la Dehesa Vieja de Moralzarzal

El término  “dehesa” procede procede del latín tardío, el vocablo "defensa",  que significa tanto defendida como prohibida.

Según el diccionario de Corominas, los primeros textos que hacen referencia a la voz "dehesa" son del año 924, aunque con anterioridad existían Leyes visigodas con un término referido al acotamiento de fincas, el llamado pratum defensum, seguramente tomado de los romanos.

En nuestro contexto geográfico, la utilización del término “devesa o dehesa” para un predio comunal como la Dehesa Vieja, nos habla del permiso concedido a los vecinos de Moral y Zarzal en el siglo XVI por parte de los Mendoza, señores del Real de Manzanares, para acotar y cerrar las fincas ante los privilegios de los que disfrutaba el Real Concejo de la Mesta. Y, como ya hemos hablado en este blog, no fueron pocos los conflictos entre los trashumantes de La Mesta y los habitantes de Moral y Zarzal  en la defensa de su espacio vital. Aún hoy, la Dehesa Vieja sigue siendo una de las mejores fincas de pastos de todo el término municipal.

Fotografía aérea de la Dehesa Vieja  y Robledillo de 1983. 

Ya hemos escrito en este blog sobre la necesidad de proteger y mantener los usos tradicionales de la Dehesa Vieja y sobre como los procesos desamortizadores del siglo XIX cambiaron los usos y el destino de gran parte de los montes comunales de Moralzarzal. Hoy nos dejamos llevar por la mirada más que por la hemeroteca. El paisaje también habla.

El cerramiento y defensa de la Dehesa de hizo con material de la zona, la piedra granítica, piedras que todavía hoy nos hablan del pasado y, lamentablemente, del presente.
Muro del monte Robledillo, uno de los dos que forman el monte de utilidad pública "Dehesa Vieja y Robledillo", números 20-22 del catálogo de montes de utilidad pública. 
Como podemos ver en la anterior fotografía, algunos muros de la Dehesa cuentan con "brincaredas", piedras que sobresalen sobre el muro y que se utilizan como un peldaño de escalera para cruzar de una finca a otra. 

Antiguo portillo o puerta de la Dehesa Vieja en la carretera de Cerceda. Es justo en este punto donde la Cañada Real Segoviana bordea durante un tramo la Dehesa Vieja por su fachada oriental. Al fondo La Maliciosa.

Sabemos por las actas municipales que la Dehesa Vieja de Moralzarzal se cultivó en años de hambrunas, seguramente de trigo/cebada y lino. Y de este cultivo quedan señales de la parcelación a la que se sometió la dehesa.

Línea de mojones en la llanura central de la Dehesa Vieja
Alineación de mojones de piedra en la zona Oeste de la Dehesa Vieja
Alineación de mojones en la zona central de la Dehesa Vieja

Alineación de mojones de piedra en la zona Este de la Dehesa Vieja
La Dehesa Vieja también sirvió para la extracción de piedra, tanto para construcción local como para la venta a través de la sociedad de canteros y el tren de la piedra que funcionó durante buena parte del siglo XX.  Y de este pasado quedan buenas muestras en la Dehesa en forma de viejas canteras, hoy interesantes espacios para la fauna.

Antigua cantera de granito en la Dehesa Vieja, cerca de la Urbanización Peñazarzal. 
Cantera de granito en la Dehesa Vieja. 
Aunque de carácter estacional, la Dehesa Vieja es recorrida por el Arroyo de la Villa de Fuentidueña, nombre curioso que alude, suponemos, a la vecina localidad segoviana. Dicho arroyo recoge también las aguas que desde el Monte Matarrubia trae o traía el Arroyo Grande.

Los inviernos y primaveras lluviosas hacen que el suelo de la Dehesa Vieja se sature de agua, por lo que una vez colmados los acuíferos, los arroyos desaguan naturalmente el sobrante. Por algo la Dehesa Vieja es fundamental para la regulación del ciclo hidrológico, y por eso es necesario mantener su actual régimen de usos.

Con tanta agua,  ganaderos, agricultores y canteros tuvieron que ingeniárselas y construir un pequeño puente formado por varias piedras, una de ellas muy alargada, para poder sortear esta dificultad. Este pequeño puente sigue cumpliendo su función es los momentos del invierno y la primavera en que el arroyo lleva más agua.

Puente de piedra obre el Arroyo de la Villa de Fuentidueña.
En el último año hemos visto con sorpresa las excesivas (por faraónicas) obras de canalización que ha llevado a cabo el Ayunamiento de Moralzarzal para "mejorar" la entrada de las aguas del Arroyo Grande en la Dehesa Vieja. Como si fuera un río mayor, un gran río, han creado unas escolleras y han generado una vaguada artificial para que el arroyo fluya, cuando lo natural es que se explayara por la Dehesa. Piedra si que han gastado, si...
Obras de canalización del Arroyo Grande en el interior de la Dehesa Vieja
Sigamos con las piedras, con el granito berroqueño de la Dehesa, y a las combinaciones que encontramos entre éstas y los árboles.
Esta piedra quedó atrapada en la base de un fresno.
Una vez que la semilla del fresno se hace fuerte entre las piedras del granito..... 
El agua ha pulido piedras y raíces en el Arroyo de la Villa de Fuentidueña.....ahora se confunden.


Además, de las viejas canteras y las modernas canalizaciones fluviales, nos encontramos en la dehesa piedras talladas por el hombre...
Mojón que señala el límite del Monte de Utilidad Pública. A la derecha, el Arroyo de la Villa de Fuentidueña antes de abandonar la Dehesa y entrar en  la finca "Herrén de Monteros".
Piedra cuadrangular y con agujero central encontrada en la Dehesa Vieja. ¿ tapa de alcantarilla? 
Pilón de la Dehesa Vieja, cerca del polígono ganadero. 
Pasemos a los portillos, las puertas o pasos para el ganado entre fincas.
Portillo entre la Dehesa Vieja y Robledillo. Al fondo, La Pedriza.
Restos de un antiguo portillo, hoy cegado, en la rotonda del Polideportivo Municipal, en la carretera de Cerceda.
Y hablando de portillos, las piedras hablan de la historia en la Dehesa Vieja. Pero también gritan, y se quejan.

El pasado mes de agosto de 2013 los responsables del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Moralzarzal dieron orden de eliminar un trozo del muro de piedra que protege la Dehesa Vieja. Sin permiso, sin atender a razones y aún sabiendo que están ante un monte de utilidad pública deslindado y amojonado, registrado ante catastro y protegido por una ley nacional y otra autonómica.
Trozo de muro de piedra de la Dehesa Vieja destruido el pasado mes de agosto de 2013
por orden del Sr. Alcalde de Moralzarzal.
 Tras la denuncia correspondiente, la Guardería Forestal de la Comunidad de Madrid procedió a denunciar al Ayuntamiento y paralizar y precintar las obras.
La Plataforma Ciudada Salvemos La Dehesa no ha tardado en actuar:

Y los hechos están siendo denunciados por los vecinos ante la Comunidad de Madrid:

Las piedras y los fresnos de la Dehesa Vieja tienen cosas que decir. Pero si hay algunos que no quieren o no saben escuchar, ahí están los vecinos de Moralzarzal para alzar su voz...

OYE ¡¡¡
la dehesa no se toca, 
!NO AL CAMPO DE GOLF¡